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 Y hubo un día para los mutantes como jamás fue ningún otro. Ese día fue la denominada, Caída de los mutantes. Es posible que a lo largo de todo su recorrido, la Patrulla X no haya vivido jamás una etapa de tanto esplendor como la australiana y con  con Chris Claremont en su mejor momento.

De hecho, esta etapa en la que participaron también autores de la talla de Rick Leonardi -quien fue siempre uno de mis favoritos y, sobre todo, en Capa y Puñal - Arthur Adams o Marc Silvestri, vino marcada por un momento de renovación además de uno de los enemigos más repugnantes que jamás hayamos visto -Y eso que Nathaniel Essex ya era de por sí, bastante grimoso. Nos referimos claro al Nido.

Una especie alienígena tan repugnante que más de un miembro de los X-Men a día de hoy siguen teniendo pesadillas con ellos. Esta raza se alimentaba de puro miedo y durante su invasión casi acaba con los miembros del grupo de héroes mutantes, y fue gracias a Lobezno que no lo lograron.

Sin embargo, el octavo tomo de la Imposible Patrulla X también presenta el que posteriormente sería uno de los escenarios más recordados en la cronología mutante: Genosha. Probablemente, el más importante junto a la conocida, Tierra Salvaje en la que tantas y tan memorables aventuras se han visto inmersos juntoa Ka-Zar, combatiendo a Saurón o, como es, en este caso, Términus.

Claro que también presentó una curiosa trama para Ororo, nuestra querida Tormenta, quien había perdido sus poderes por la mano de Forja, ese extraño pero entrañable inventor mutante con el que había mantenido un romance después de que este, le pusiera un neutralizador fabricado por él mismo.

Y por otro lado, este impresionante tomo de la Patrulla X también iba sentando las bases para el que sería uno de los eventos que marcó a fuego a toda una generación -aunque de menor impacto- Inferno. La saga protagonizada por la ex-mujer de Scott Summers, Madelyne Pryor y en la que, el infame Mr. Sinestro tuvo mucho que ver, llegando a forjar una alianza con N'astirh, uno de los demonios que habitan en el Limbo.

Esta letal alianza  entre Essex y la diabólica criatura a desatar una brutal horda de seres y criaturas infernales por las calles de Manhattan. Pero también llevó a la hermana de Colosso, Illyana Rasputín a una encarnizada lucha por su alma y a la transformación de Madelyne Pryor en la Reina Duende. Aunque, esta es otra historia en la que nos adentraremos otro día más en profundidad.




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