Reseña de "Wild Bill ha muerto" de Hermann, un cómic editado en tapa dura, tamaño álbum europeo y a color por Imagica. Una magnífica muestra más de la capacidad del autor europeo Hermann Huppen a la hora de abordar el western.
"Wild Bill ha muerto" de Hermann Huppen
La sensación de maravilla visual que recorre todas y cada una de las viñetas y páginas de este cómic formidable solo puede entenderse como la ratificación del talento visual desbordante y continuo de un titán del dibujo. Hermann, heredero pivotal de la gran tradición artística de la bande dessinée franco-belga y seguidor de las pautas de Jijé al que pronto dejaría atrás como referencia visual para adentrarse en terrenos propios, aunque deudores dentro del western y su colaboración con Greg en la soberbia "Comanche", desde el inicio de su propia serie "Jeremiah", emprende aquí un trabajo independiente y autoconclusivo que entronca de lleno con su pasión por el oeste, en el que ejecuta un ejercicio de síntesis y refinamiento de estilo únicos. Una obra que merece todo el reconocimiento y reivindicación posibles, pues consigue alcanzar cotas de una maestría técnica admirables, al tiempo que su puesta en escena precisa y contenida vuelca todo su virtuosismo pictórico al servicio del drama expuesto.
En poco más de cincuenta páginas Hermann ofrece un recital de narración secuencial y grafismo exquisito mientras desgrana con detalle, sutileza y precisión una apasionante historia de venganza al tiempo que viaje iniciático y paso a la madurez. Un compendio de virtudes y aciertos en los que el lápiz y las acuarelas del creador belga lucen inigualables, tanto en la descripción de lúgubres y sórdidos ambientes, como en las expansivas planchas dedicadas a la naturaleza, los bosques o los pasajes nevados, bellísimos, extraordinarios. Evocando los instantes más memorables de películas crepusculares de los setenta como "Las aventuras de Jeremías Johnson" o "Dos hombres contra el oeste", e incluso anunciando la desmitificación de "Deadwood" (con la que su inicial excusa argumental y título conecta de forma directa), "Wild Bill ha muerto" deviene en uno de los mejores cómics western que se han publicado en castellano.
Una maravilla editada con buen gusto por la ya extinta Imágica Cómics en formato álbum, tapa dura y con buena reproducción -quizás un tanto apagada- del color, que engrandece el respeto por un autor capital. Ojalá alguna editorial se anime a reeditarlo y darle una segunda vida de cara a todos los aficionados al mejor cómic.