Con el reciente estreno del último producto televisivo basado en una serie de cómics, de repente, una obra que no tenía un gran público está recibiendo mucha atención... estoy hablando, por supuesto, de Sweet Tooth, firmada por el canadiense Jeff Lemire, que se encargaría de guionizar y dibujar la serie, con el color de José Villarrubia.
Pero claro, ¿merece la pena embarcarse en este viaje comiquero? A continuación, voy a dar 5 motivos por los que yo creo que sí:
- Su calidad: Sweet Tooth es un cómic bastante sólido. Concebido en un sello editorial tan prestigioso como Vertigo, Jeff Lemire ideó una historia original y con la capacidad de enganchar al lector, al mismo tiempo que apelaba a su lado emocional.
- Su variedad de registro: Empezando dentro de un género post-apocalíptico, la serie no deja de evolucionar, y pronto adquiere tintes naturalistas, ecos de ciencia ficción, e incluso vinculaciones religiosas, toda un extravagante mezcla con un resultado muy satisfactorio.
- Originalidad de la propuesta: En Sweet Tooth se parte de una premisa un tanto repetida en las obras del género post-apocalíptico, pero con un contexto, unas ideas y una mitología ciertamente sorprendentes y ajenas a la producción típica.
- Una muestra perfecta del trabajo de Jeff Lemire: Con un guionista con una producción tan abultada como Jeff Lemire y tan relevante actualmente por la repercusión entre crítica y aficionados de su trabajo, puede dar un poco de vértigo (chiste malo) lanzarse a probar uno de sus cómics... ¿cuál leo primero? Pues la respuesta es fácil: cualquiera, pero siendo más concreto, Sweet Tooth me parece un muy buen primer acercamiento a Jeff Lemire, ya que el tono, estilo, recursos e incluso ideas comunes en sus obra típicas, lo vemos en Sweet Tooth, pero con un toque menos melancólico y más digerible.
- La fuente original: A quien le haya gustado la serie de televisión, si tiene curiosidad por la historia en sí, pues lo más recomendable es que vaya siempre al origen, para ver cómo era la obra según la concibió el autor y sin pasar por los filtros y cambios que experimentan los productos televisivos dirigidos a un público mucho más amplio.
En definitiva, creo que el cómic de Sweet Tooth merece bastante la pena, se haya visto la serie de televisión o no. Que nadie espere encontrarse una de las mejores obras de Vertigo, pero sí un producto sólido, entretenido y que deja espacio para la reflexión. Aconsejo, no obstante, no leerlo del tirón, puesto que sino puede experimentarse cierto desgaste.
Y tú, ¿has leído el cómic? ¿has visto la serie? ¡Deja en comentarios qué opinión te merece Sweet Tooth para ver si coincidimos!