Cuando Disney compró, allá por 2012, Lucasfilm y se hizo con los derechos de Star Wars acabó con el Universo Expandido. Tras la recuperación de los derechos de los cómics, por parte de Marvel en 2015, se anunciaron nuevas series que empezarían a expandir el nuevo canon de Disney. En esta entrada vamos a hablar de una de ella, la principal, Star Wars, que fue guionizada por Jason Aaron.
Jason Aaron es muy conocido por sus trabajos previos a Marvel (Scalped), pero sobretodo destaca por su larga etapa al frente de la serie de Thor, en la que le dio el martillo a Jane Foster e hizo indigno a Odinson. Mientras que compaginaba su trabajo con La Diosa del Trueno, se hizo cargo de la cabecera de Star Wars, en la que estuvo durante 37 entregas. Aquí vamos a hablar de lo que incluye el primer Omnibus publicado por Planeta Cómics, es decir de los veinticinco primeros números de la serie y el crossover Vader Derribado.
Lo primero que quiero comentar es el apartado artístico. Como comprenderéis es complicado juzgarlo de manera homogénea, ya que los equipos creativos han cambiado bastante a lo largo de esta serie. Han participado dibujantes como John Cassady, Stuart Immonen, Salvador Larroca, Mike Deodato Jr, o Jorge Molina. Cada uno con su estilo, personalmente ninguno me ha terminado de convencer. Al principio Cassady considero que no hacia las caras de los personajes muy bien, y sobretodo al final los dibujos de Molina me sacaban de la historia cada vez que aparecía Leia. En la gran parte de las viñetas la dibujaba haciendo "morritos" sin importar el tipo de situación.
A nivel de guion y de la historia me esperaba algo mucho peor. Os lo voy a decir claro, me ha gustado mucho este tomo. No entraría en mi top de cómics de Star Wars, pero me ha entretenido bastante, pese a sus limitaciones. ¿Qué limitaciones? Bueno pues está ambientado justo al final del Episodio IV, cuando Luke todavía no conocía bien su conexión con la Fuerza. Al estar tan acotado en el tiempo las posibilidades de expansión son pocas, pero creo que se podría haber hecho algo más que ponernos la miel sobre los labios. Con esto me refiero a que me hubiese gustado ver a Luke descubriendo los secretos de los Jedi y la Fuerza. No solo que vea un templo y que no le de tiempo a explorarlo, o que tenga la oportunidad de obtener infinidad de objetos y holocrones Jedi y tenga que salir corriendo.
Ver todas esas posibilidades no aprovechadas me ha dado rabia. Es cierto que no podíamos ver a un Luke en esta época con todo aprendido, todavía no conocía a Yoda y se sentía perdido por la galaxia, pero igualmente da rabia. Aun así, el cómic me ha gustado. Tiene escenas de acción muy chulas y personajes nuevos que podrían dar mucho juego.
Mi parte favorita de este Omnibus ha sido la parte previa a Vader Derribado, con Stuart Immonen a los dibujos. Donde vemos a Luke atrapado en Nar Shadda, una luna llena de contrabandistas. Creo que es el arco en el que se ven las cosas más interesantes, tanto a nivel de objetos Jedi, nuevos personajes con diseños e historias llamativas, peleas espectaculares y giros de guion inesperados. Esta primera parte de la etapa de Aaron me ha dejado con mejor sabor de boca de lo que esperaba, por lo que tengo entendido, lo que viene a continuación es algo peor, pero eso ya lo comprobaré cuando lo lea.
En definitiva, creo que es un cómic muy accesible para alguien que busque historias con los protagonistas de la trilogía original. Mantiene un nivel bastante aceptable y creo que funciona muy bien. No creo que sea un cómic para los fans del antiguo Universo Expandido, esto va totalmente en contra de su canon. Para nuevos lectores de Star Wars es perfecto, que era lo que buscaba Marvel en su momento. Este Omnibus sigue disponible en las tiendas, pero si buscáis bien, podéis encontrar los tomos recopilatorio, con 5 grapas cada uno, que sacó Planeta Cómic en su momento.