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Es complicado terminar una serie, y más cuando se ha mantenido a un nivel tan alto durante más de 100 números. Como confesé en la reseña anterior, yo tenía miedo. No sabía a lo que nos íbamos a enfrentar. Robert Kirkman es capaz de todo, podía haberme hecho sufrir o darme un final bonito y merecido. Todavía no os voy a decir que ha hecho, pero os puedo decir, que la serie no baja el nivel en ningún momento.

Esto es raro en mí, pero creo que voy a soltar algún SPOILER, así que si no habéis terminado la serie y no queréis fastidiaros la experiencia dejad de leer, ya volveréis cuando estéis al día.




El final ha sido intenso. Lo han dividido en dos tomos, pero bajo el mismo arco argumental, de ahí que no hubiese reseña del tomo anterior. He preferido esperarme y sacarlo todo junto. Empezamos con un número muy duro tras la muerte de Oliver. Un momento que me marcó mucho. Su funeral es emotivo, pero los protagonistas saben que tienen que pasar a la acción. 

La mayor parte del tomo 26 es pura batalla. Y no una cualquiera. Llevamos mucho tiempo esperando ver ese enfrentamiento final contra Thragg y no ha decepcionado. La sangre no se echa de menos y veremos varios miembros amputados durante la contienda. Pero el momento más duro, que en mi opinión nos podíamos esperar, es la aparente muerte del padre de Mark. Ahí termina un tomo que no nos ha dejado descansar, y que nos deja con ganas de ver como reaccionará Invencible.




Pero no hay que olvidarse de Robot. Uno de los personajes con más evolución y cambios a lo largo de la serie. Un personaje que siempre ha sido misterioso y del que nunca lo sabíamos todo. Como buen villano y persona súper inteligente aprovecha que sus enemigos están peleando para sacar partido. Kirkman consigue que odiemos, con mucha fuerza, a uno de los primeros compañeros de aventuras de Invencible. Robot es malo con ganas y cada vez que veo como secuestra a las familias de los viltrumitas se me revuelve el estomago.


Para ver la reacción de Mark, frente a la muerte de su padre hemos tenido que esperar mucho, este tipo de esperas siempre se hacen MUY largas. Pero por fin, gracias a ECC, tenemos toda la serie completa editada en castellano. Pero la espera ha merecido la pena. La pelea entre Mark y Thragg es simplemente impresionante. Es todo lo que le pedimos a esta serie. Una lucha emocionante, sangrienta y que en cada momento puede acabar de una manera que no te esperas. Es tan loco todo, que la pelea les lleva hasta el mismísimo Sol. La estrella de nuestro sistema solar se convierte en el campo de batalla de los dos viltrumitas más poderosos de la galaxia. Pero a pesar de que esta pelea ha sido muy esperada y de que está muy bien resuelta, esto no es lo mejor que tiene este final.






Evidentemente después de acabar con Thragg, Mark tenía que acabar con el totalitarismo impuesto por Robot en todo el mundo. Pero, aunque de nuevo esto era muy esperado y de nuevo está muy bien resuelto, tampoco es lo mejor de este cómic. Lo mejor es el cierre que le da a todos los personajes. Hasta los personajes secundarios son tomados en cuenta y se ve perfectamente en que punto de su vida les dejamos y como han cambiado desde su primera aparición.


Y además el ultimo número es un especial, con más páginas de las habituales, que nos permite viajar al futuro y ver como va evolucionando este nuevo imperio viltrumita. Posando el foco sobre Terra, la hija de Mark y Eve. Es un número que contiene nuevos arcos argumentales sin desarrollar. No es solo un número de cierre, sino que nos presenta nuevos personajes y muestra como este universo sigue vivo, aunque nosotros no lo podamos ver.






Ahora pensándolo detenidamente, puede que Kirkman haya pecado de utilizar los mismos trucos en su serie más aclamada, The Walking Dead, pero la verdad es que funciona a la perfección en ambos casos. Hay que darle las gracias por hacernos disfrutar de tantos y tantos cómics. Y evidentemente no podemos olvidar tampoco a Ryan Ottley y a Cory Walker, que han sido los artistas de esta obra.


Me ha dejado un sentimiento muy bueno al terminar la historia y por eso repito:  ¡Muchas gracias por hacerme disfrutar tanto!

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