Hoy vamos ha reseñar el cómic número 25 de la serie de Invencible. Los aficionados españoles de Invencible se merecen un premio por su paciencia. Todos aquellos que hayan aguantado la tentación de no terminar la serie en otro idioma se merecen todos nuestros respetos.
La odisea que ha sufrido Aleta Ediciones para poder publicar esta serie a lo largo de los años es casi heroica. Finalmente hace unos meses, se supo que perdió los derechos y que otra editorial se haría cargo. A muchos les entró el miedo pensando que esa nueva editorial iba a reiniciar la colección desde el principio para captar a los nuevos lectores. Pero cuando ECC anunció que era ella quien se había hecho con los derechos no defraudo a los seguidores actuales. Lo primero que va a hacer es terminar la serie, manteniendo la edición previa y luego sacará una nueva versión, para atraer a más gente.
En mi opinión hay que aplaudir a ECC por este gesto y que ahora podamos leer este tomo nº25, que en realidad corresponde al nº23 de la edición americana. Para muchos las espera ha sido larga, pero creo que en definitiva ha merecido la pena.
Algo que llama la atención desde el principio es la ausencia de Ryan Ottley. El dibujante estrella de la serie en esta ocasión no aparece y tenemos al cocreador Cory Walker. Sinceramente el cambio no me ha gustado nada. Creo que el nivel de Ottley es muy superior al que nos da Walker en estas páginas. Al principio cuesta reconocer a los propios personajes. En los cómics de superhéroes estamos acostumbrados al cambio de dibujantes, pero este no es un cómic cualquiera. Si que es cierto que la serie la empezó Walker, pero el que claramente ha dejado su estilo impregnado es Ottley. Choca mucho volver a esos inicios con un dibujo mucho más plano.
Pero que queréis que os diga, casi se me olvida el choque grafico cuando me pongo a pensar en lo que vemos en estas páginas. Venimos de un número muy duro, ATENCIÓN SE VIENEN SPOILERS DE NÚMEROS ANTERIORES, DEJAD DE LEER SI NO HABEIS LEIDO HASTA EL NÚMERO 24. En la ultima entrega, publicada por Aleta, vimos como Mark se daba cuenta de que había pasado varios años encerrado en el pasado. Se había perdido gran parte de la infancia de su hija y eso le rompió el corazón.
Evidentemente en esos años la vida ha seguido, la gente ha crecido y los planes de los villanos han seguido su curso. Aquí veremos como está este nuevo, pero al mismo tiempo es el mismo, mundo mientras Mark y Eve intentan que todo vuelva a ser como antes.
Una vez más Kirkman no puede dejar que sus personajes sean felices. ¿Qué te has perdido la infancia de tu hija y estás triste? Sujétame el cubata que te vas a enterar de lo que son problemas. Así me imagino la cabeza de Robert Kirkman mientras escribe sus guiones.
De verdad, se acerca el final de la serie y no se si quiero o no quiero. Por una parte, me apetece cerrarla y poder decir que no ha bajado el nivel en ningún momento. Pero por otra tengo miedo de lo que pueda pasar. Kirkman es capaz de todo y veo complicado que le de un final feliz comiendo perdices a sus personajes. Tengo miedo.